GESTO Y SIGNO. ESPEJOS


Javier Redondo es un pintor matérico, que trabaja con una deconstrucción. La atención que exige la práctica del grabado le ha servido como disciplina personal y le ayuda a introducirse en un proceso de interiorización de la pintura que le lleva a postulados metafísicos, propios del misticismo zen. En su evolución se aprecia un largo proceso de reflexión que se materializa en series.

En esta aparente monotonía hay un profunda investigación y en cada una de las obras de cada serie hay un paso más. Desde una pintura casi monócroma llega a producir efectos de color, como los sabios pintores de Extremo oriente, y en los círculos con grafía queda perpetuada su grafología, su retrato del alma. 

 


 

 



Sin título. Yeso, pigmentos y acrílicos s/madera, Ø 150 cm

En sus obras se refleja la riqueza del mundo interior; el sosiego de la reflexión y hasta la complicidad con el espectador. Se produce como efecto final de una fusión cósmica. Están representados los cuatro elementos en "inexplicables instantes", la energía generatriz en el Caos funcional, o en el Magma original. 

Aplica una técnica por transparencias con masas blancas de luces que traslucen lo subyacente. Esa luz mágica es conceptual. Su base filosófica enlaza con la tradición conceptista tan arraigada en el intrínseco carácter del español, y realiza un juego intelectual entre texto-textura. Como nuestro antepasados utilizaban el símbolo en jeroglíficos y mitologías, J. Redondo ilustra la "fábula sobre nuestro tiempo". Busca incorporar el contenido a la obra en formas "inmateriales".

Blanca García Vega.
Profesora titular del departamento de Historia del Arte de la 
Universidad de Valladolid.
Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. (AICA)

 

 


 




Sin título. Yeso, pigmentos y acrílicos s/madera, Ø 150 cm

Javier Redondo aspira a convertir la pintura en una síntesis de los procesos vitales, en una zona fronteriza de sentimientos y elementos oníricos. Por eso en el proceso de elaboración de sus obras aparecen vivencias. Tiende a la monocromía dejando el color para los fondos sobre los que traza  sus grafismos en unos cuadros que son como un lugar para verse a sí mismo.

María Aurora Viloria.
El Norte de Castilla. 13 junio 1996.
De la exposición "Cinco artistas unidos por el azar"
Palacio de Pimentel. Valladolid.
...de la exposición "cinco pintores vallisoletanos"
Palacio de Pimentel. Valladolid

 




 

 



 



 



Sin título. Yeso, pigmentos y acrílicos s/madera, 
Ø 50 cm